Por Nahomi, Psicóloga Educativa en Brain Matters
Las emociones son una parte natural y necesaria de ser humano. Sin embargo, para los niños, manejar sentimientos intensos puede resultar abrumador. Las explosiones emocionales, crisis, retraimiento o ansiedad pueden dejar tanto a niños como a padres sintiéndose perdidos o frustrados. Pero la regulación emocional no es algo con lo que los niños nazcan; es una habilidad que debe cultivarse con el tiempo.
En Brain Matters, creemos que el desarrollo emocional es tan importante como el crecimiento académico. Cuando ayudamos a los niños a identificar y comprender sus emociones, les damos la base para desarrollar resiliencia emocional. Técnicas como “nómbralo para domarlo”, la respiración profunda, el escaneo corporal y la previsibilidad basada en rutinas apoyan este crecimiento emocional.
Igualmente importante es el papel de los padres. Cuando los cuidadores modelan respuestas calmadas y consistentes, especialmente en momentos cargados de emoción, enseñan a los niños que los sentimientos son manejables y que es seguro expresarlos. A este proceso se le llama co-regulación, y es una de las herramientas más poderosas que tenemos como adultos.
Si tu hijo tiene dificultades con altibajos emocionales, recuerda que no estás solo(a). Con el apoyo y las estrategias adecuadas, los niños pueden aprender a manejar sus emociones de maneras saludables y constructivas, y los padres pueden sentirse más seguros y tranquilos también.